jueves, 7 de abril de 2011

Invicto





















De nuevo la afrenta,
proveer el día de viscosas mentiras,
vorágine de palabras ponzoñosas
-extravíos de tu boca-;
no merezco la emboscada en que me encuentro.

Qué ha de ser, sino vacío,
hallar mi nombre desgarrado a tiras,
fragua donde arde cada estigma,
hecho verso un día,
devastado por oleajes de miseria.

Recoge las exequias
de este viernes sumiso y mortecino,
los pedazos inconexos -moribundos-
de mi amor-cadáver,
abatido sin piedad por tu desprecio.

En este holocausto
no he sido yo quien ha muerto.
Rezuman tus poros el azufre del averno
-laurel en tus sienes-
que invicto, habrá de acogerte.

De nuevo la vida.
Asumir el error de haberte amado
y, anónima, reinventar mis huellas.
Qué sabe nadie
cuánto duele recuperar el alma.


Ana Mª Álvarez Barroso © 2011

6 comentarios:

Anna Francisca Rodas Iglesias dijo...

"qué sabe nadie
cuánto duele recuperar el alma"

Perfecto cierre para un poema donde
el ensamble de fragmentos se hace vívido en la lectura.

Te dejo aquí hoy un abrazo muy fuerte mi siempre apreciada Ana.

Anna Francisca

poesia del cielo dijo...

gran entrada amiga con sentimiento puro en cada palabra.. con una gran verdad que sabe nadie cuanto duele recuperar el alma... una frase que lo dice todo amiga .... felicidades siempre


saludos
linda semana
abrazos

J.R.Infante dijo...

Dentro de la enorme fuerza de todo el poema - se nota el desgarro de su creación -, me apunto también a los dos últimos versos. Perfectos para dejarte prendido al texto.

Anónimo dijo...

Ana, es tu poema tan personal y desgarrador que es muy difícil poder hacer un comentario.
Porque el alma, a pesar de estar herida y defraudada, es la única invicta y a la que hemos de defender y apoyarnos en positivo; a fin de cuentas ella es la que da el alimento a nuestras vidas.

Ánimo, un beso y un abrazo amiga. Juan.

Anónimo dijo...

Hay fuerza, voluntad y un bien decir que hace conduntende el discurso en tu poesía.
Felicitaciones.

Anónimo dijo...

Desgarrador, profundo, apasionado y hermoso poema. Saludos.