miércoles, 1 de abril de 2009

EL SECRETO

Me adentré, pérfidamente, en el abismo de tus ojos,
empañados por la noche y por oscuros secretos,
una extraña nebulosa me impedía visionarte,
y una niebla amarga y densa me apartaba de tu lado.
¿Qué escondes que no adivino ni con runas ni con cartas?
¿Qué tienes en tus adentros que te cambia la mirada?
Por mucho que abrirte quise el portalón de mi alma
no traspasaste el dintel para buscar mi cobijo.
Y cuando la noche ingrata descendió sobre tus ojos
y me contaste el secreto que tu alma devoraba,
mi pecho, cristal tallado, se fragmentó en cien espinas,
derramadas en el suelo de tu abandonado ático.
Ya sólo pude abrazarte, retenerte en mi regazo,
tragarme la furia inmensa que corroía mis entrañas,
para que no percibieses el dolor que me mataba,
mientras besaba tus ojos y me bebía tus lágrimas.

Ana Mª Álvarez ©

1 comentario:

juan ballester dijo...

Otro poema enorme, pleno de fuerza y sentimiento.
El ritmo de versos hexadecasílabos le confiere además una musicalidad especial, y el hecho de emplear versos blancos hace que el poema no resulte empalagoso ni tenga soniquete.
Mis felicitaciones.