No contaré el secreto de la guadaña,
ni mostraré el sendero de las traiciones.
Mi mirada alberga la plenitud del silencio,
la negligencia de la desidia,
la senectud de mi alma...
Y mi alma,
se deshoja en otoño,
con la lluvia vespertina que no cesa.
Tan vacíos mis ojos,
tan vacía mi alma,
tan llena
de tanto vacío.
Ana Mª Álvarez ©
martes, 3 de marzo de 2009
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2 comentarios:
Tremenda la fotografía y tremendo el poema.
"tan llena
de tanto vacío".
Impresiona tanto en tan poco. Feliciades amiga.
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