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Amor, en este libro que te entregode páginas en blanco y somnolientas,te dejo el corazón, para que sientasmi piel en cada hoja como un fuego.Tan sólo unos poemas, no lo niego,escritos para ti, sin darme cuenta;llegaron como llega la tormentadejándome después paz y sosiego.Amor, en este libro va mi vidaaún sin escribir, blanca y ajada,extraña, polvorienta y dolorida.Amor, ¡cúanto me das sin pedir nada!curándome con versos mis heridasy haciendo de mi noche una alborada.Ana Mª Álvarez Barroso © 2004
Otro jueves que pasa en el fiel calendario,
otra tarde de charla, de café, de sonrisas,
del juego de los niños, de la brisa en el rostro,
de miradas que hablan y de labios que callan.
Otra tarde de ocio en día de descanso,
compartiendo el instante sin preguntarnos nada,
quizá, íntimamente, deseando otro jueves
u otra tarde de asueto de un festivo cercano.
Pero ayer, ayer jueves, no fue un jueves cualquiera,
fue algo más que una tarde templada de febrero,
la inquieta presencia de un duende entre las manos,
fue cascabel sonoro que repica en el pecho.
Nunca una despedida unió tanto dos almas,
unió tanto dos cuerpos que apenas se rozaron.
Tus labios y los míos se encontraron, furtivos...
a la felicidad, hay que llamarla jueves.
Ana Mª Álvarez Barroso © 2011